Blog Tripas Bartolomé
El salchichón de Vic en la Guía Repsol 2015.
El salchichón de Vic ha sido incluido en la guía de alimentos y bebidas no perecederas de Repsol entre las 2.000 referencias seleccionadas con un alto nivel de calidad, de entre un total de 40.000 que se valoraron.
En esta guía, elaborada con la colaboración de la Asociación de amigos de la Real Academia de Gastronomía, podremos encontrar información detallada sobre el producto: su historia, su origen, el proceso de elaboración, la materia primera que se utiliza, características nutricionales, los consejos de consumo o qué empresas forman la Indicación Geográfica Protegida en la que se enmarca, en la provincia de Barcelona, comarca de l´Osona.
En un intento de rendir homenaje a este producto que nos encanta y a cuya elaboración tenemos el placer de contribuir con nuestra producción de tripa natural, vamos a contaros algunos aspectos destacados de este salchichón.
Historia
Las primeras referencias escritas sobre el salchichón de Vic se remontan al año 1456.
Composición
Se trata de un tipo de embutido que combina jamón, paletas y magros de primera calidad con tocino. A todos estos ingredientes obtenidos del cerdo se les añade sal y pimienta negra como único condimento. Finalmente en su elaboración se utilizan tripas naturales que sirven para embutir todos estos componentes y que garantizan la perfecta conservación de los mismos y de los aromas que les son propios. Solo estos elementos, además de la flora microbiana, intervienen para dar gusto al producto.
Cómo distinguir el autentico salchichón de VIC
Su color rojo, intenso y brillante tras el corte, el cual deja visibles los pequeños dados de grasa y la pimienta en grano que integran la tradicional composición de este producto. En su exterior destaca la flora que, durante el proceso de secado, se asienta en las tripas naturales que han servido para embutir las carnes de cerdo seleccionadas.
Recomendación nutricional
El salchichón de Vic posee una serie de cualidades nutricionales que hacen que este producto encaje en los estándares de la alimentación mediterránea. 100 g aportan proteínas, grasas principalmente monoinsaturadas, carbohidratos y mucha energía procedentes de las vitaminas y la flora láctica activa. Es perfecto, por tanto, para el desayuno o las meriendas infantiles.