Blog Tripas Bartolomé
Los beneficios del consumo de carne.
Tras la alarma creada a consecuencia del estudio realizado por la Agencia Internacional de investigación contra el cáncer (IARC), en el que se relaciona la ingesta de "carnes procesadas" con el desarrollo del cáncer de colon, la propia Organización Mundial de Salud (OMS), quién divulgó el contenido de este estudio, ha emitido un comunicado matizando sus palabras y destacando el papel que cumple la carne dentro de una dieta saludable, siempre dentro de lo que se considera un "consumo moderado".
Por ello, y porque creemos que siempre hay que ver las dos caras de una misma moneda, y estos últimos días sólo hemos visto el lado negativo, vamos a hablar hoy de los beneficios de la carne.
En primer lugar debemos destacar el gran aporte de nutrientes que nos proporciona el consumo de carne. Veamos detenidamente cada uno de ellos.
- Proteínas
Las proteínas son unas moléculas formadas por otras menores que se llaman aminoácidos y que nuestro cuerpo utiliza para crear sus propias proteínas con el ADN propio. Para elaborar una proteína endógena, nuestro cuerpo necesita una serie de aminoácidos en cantidades muy precisas. Pues bien, como el organismo animal es más parecido al humano que el de los vegetales, las cantidades de aminoácidos presentes en la carne animal son las adecuadas para nuestro cuerpo. En los vegetales hemos de combinar cereales, legumbres, semillas y frutos secos en cantidades específicas para poder proveernos de los mismos aminoácidos. Por eso se dice que la proteína animal es de alto valor biológico.
- Hierro
Aunque muchos alimentos procedentes del reino vegetal contienen hierro, lo cierto es que solo la carne posee hierro hemínico (el que contiene la sangre). Este es el hierro más beneficioso para nuestro organismo, pues se asimila mejor, en más cantidad y además ayuda en la asimilación del hierro proveniente de otros alimentos.
- Vitamina B12
La vitamina B12 se encuentra en abundancia en cualquier producto de origen animal, sobre todo carnes y pescados, además de huevos y leche. Sin embargo, en el reino vegetal es muy escasa.
Es precisamente por este importante valor de la carne como suministrador de nutrientes que la FAO aboga por un mayor consumo de carne en determinadas zonas donde un alto porcentaje de la población se encuentra afectada por la malnutrición: “La mayor parte de quienes sufren carencias de micronutrientes viven en países de bajos ingresos. Las comunidades infectadas por el VIH/sida, las mujeres y los niños tienen especial necesidad de alimentos altamente nutritivos como la carne."
La Clínica Universitaria de Graz (Austria) publicó a principios de este año el estudio Asociación entre los hábitos alimenticios y varios parámetros de salud para comprobar si una dieta vegana o vegetariana era realmente más sana, como habían afirmado otros análisis anteriores. Los resultaron mostraron lo contrario. Los vegetarianos presentaron más patologías que los consumidores de carnes. De las 18 enfermedades crónicas que estudiaron, los vegetarianos enfermaban con más frecuencia en 14.
En segundo lugar, no debemos olvidar que la industria y el comercio existentes en torno a la producción y venta de carne genera empleo y sustento para un alto porcentaje de la población mundial. Por ejemplo, alrededor de 1.300 millones de personas en el mundo viven de la ganadería, de los cuales, 987 millones son pobres, según la FAO. Como explica Pablo G. Toral, investigador en nutrición de rumiantes del CSIC, la carne es la base de la economía para numerosos núcleos rurales, con un papel esencial en los países en desarrollo: “Para muchas personas del campo, principalmente en zonas más desfavorecidas, la cría de animales constituye una fuente inmediata de dinero en efectivo frente a la estacionalidad de las cosechas”.
Si analizamos las cifras de negocio de la industria cárnica en nuestro país obtenemos que estamos ante el cuarto sector industrial de nuestro país, sólo por detrás de sectores de la dimensión de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles y la producción y distribución de energía eléctrica.
El sector cárnico, formado por mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, tiene un tejido industrial constituido básicamente por casi 3.000 pequeñas y medianas empresas. Con esta dimensión, la industria cárnica ocupa con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de 22.168 millones de euros, más el 21,6% de todo el sector alimentario español.
Por todo ello, y como ya subrayó hace unos días el Ministro de Sanidad, podemos seguir consumiendo carne con tranquilidad, dado que por parte de las autoridades sanitarias se mantienen estrictos controles, y debemos mantener un consumo moderado de este alimento pues estaríamos obteniendo muchos beneficios.
Comienza la vuelta al cole, ¿volvemos al bocadillo?.
El colegio no sería lo mismo sin ese timbre a media mañana que da el pistoletazo de salida a media hora de diversión, pero esteréis conmigo en que el "recreo" no era lo mismo el día que te habías olvidado el bocadillo.
El desayuno ya estaba en los píes y tu cuerpo necesitaba reponer fuerzas para lo que quedaba de la mañana. ¡Qué placer abrir la mochila y que el aroma del chorizo o el salchichón que tu madre había dispuesto entre unas rodajas de pan te golpeará en la cara!
Poco a poco fueron apareciendo otros competidores, algunos días en lugar de bocadillo tocaba endulzar el paladar con bollos rellenos de chocolate, fresa, nata... La tarea de preparar el almuerzo era mucho más sencilla estos días: abrir el armario, coger tantos bollos como hijos, y por último introducir uno por mochila. ¡Qué comodidad!
El problema apareció cuando aquellos niños que quemaban todo lo que consumían jugando a la pelota en el patio de abajo, se han convertido en niños de formas redondeadas que pasan sus tardes delante del televisor.
La realidad es que, si bien no se puede sostener que los embutidos no posean calorías, porque no es cierto, lo que sí está claro es que actualmente se encuentran incorporados en nuestra dieta diaria otros alimentos que poseen mayores calorías que el embutido, como así ocurre con todos los productos de bollería y pastelería industrial.
Pero es que además, no sólo los embutidos tienen menor aporte calórico y de colesterol que la mayoría de estos productos, sino que contienen nutrientes importantes para nuestra dieta, como son las proteínas, la vitamina B o minerales como el hierro o el potasio.
Buscando más información sobre el aporte calórico de la bollería industrial, hemos encontrado un estudio realizado por los supermercados EROSKI, que se titula:
"Mejor una tostada, bocadillo o cereales para el desayuno".
Aquí os destacamos algunas de sus conclusiones y os dejamos un enlace para los más curiosos.
"La bollería industrial constituye una dulce tentación para niños y mayores, pero su consumo habitual dista mucho de ser un hábito saludable. La composición nutritiva de estos alimentos, muy calóricos y con abundante grasa (buena parte de ella, saturada o Trans, las menos saludables) aconseja limitar su presencia en la dieta de los más pequeños a un día a la semana. Y este consejo es extensivo para adultos que ingieren este tipo de alimentos.
La harina de trigo es el ingrediente principal, lo que convierte a los hidratos de carbono en el nutriente predominante. De media, representan la mitad del alimento (unos 50 g/100 g) y el 50% de estos hidratos son azúcares que se añaden para dar dulzor a estos productos de bollería, que no destacan por su aporte proteínico (una media del 5,1% del producto en las magdalenas, del 5,4% en los sobaos y de un 7,9% en cruasanes).
Estos productos de bollería aportan, de media, 460 calorías cada cien gramos. Una ración ronda los 50 gramos, con lo que aporta unas 230 calorías, y las grasas y los azúcares son los nutrientes más abundantes, justo los menos saludables si se consumen en exceso. En cuanto a la sal, las magdalenas son la opción más conveniente. Los cruasanes fueron los más salados. De todos modos, no puede considerarse ninguno de estos productos como muy salado.
El exceso de grasa saturada contribuye al aumento de los niveles de colesterol-LDL, el colesterol malo, y de los triglicéridos en sangre, lo que perjudica la salud del corazón y de las arterias. Los efectos de los ácidos grasos Trans son incluso peores, porque no sólo incrementan el colesterol malo, sino que también reducen el colesterol bueno o HDL.
Si calculamos el valor energético y nutritivo de un bocadillo casero y lo comparamos con un producto de bollería industrial como los aquí estudiados comprobaremos cómo, aunque la diferencia de calorías no es sustancial, sí es evidente la mejor calidad de los nutrientes de la primera opción."
La carne de cerdo: una recomendación saludable.
En contra de lo que muchos han defendido hasta ahora, la carne de cerdo forma parte de aquellos alimentos que se recomienda incluir en dietas saludables, y por ello hoy nos gustaría profundizar en el por qué de este asunto.
Seguro que en estos días muchos de nuestros lectores habréis visto un anuncio en televisión promovido por la asociación INTERPORC que precisamente nos habla brevemente de las ventajas del consumo de este tipo de carne. Pues bien, este anuncio comienza con una simple pregunta: ¿es roja?, ¿es blanca?, para inmediatamente desvelarnos la respuesta; pues sí, la carne de cerdo es considerada por la Unión Europea como carne ,puesto que contiene en su mayoría fibras blancas, a diferencia de lo que ocurre con las carnes de vacuno y ovino.
Ahora bien, todos os preguntareis: ¿Cuáles son los beneficios de la carne de cerdo?. Aquí os damos unas buenas razones para consumirla.
Beneficios de la carne de cerdo
Es recomendable para el corazón e incluso, dado su bajo nivel en grasas saturadas, se recomienda su ingesta para mantener el colesterol en niveles normales.
Contiene vitamina B1, la cual ayuda al crecimiento y reparación de los músculos y tejidos.
Posee altos niveles de vitamina B2, que ayudan a mantener la piel saludable además de aportar energía.
La vitamina B6 que contiene la carne de cerdo sirve para metabolizar mejor las grasas, mejora el funcionamiento del sistema nervioso y evita la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Estimula la producción de energía y hierro, una sustancia necesaria para el organismo, y el transporte y producción de hemoglobina, anticuerpos y hormonas.
El zinc contenido en la carne de cerdo mejora el estado del sistema inmunológico frente a enfermedades comunes.
Es una fuente de proteínas, por ejemplo el lomo de cerdo posee un 20% de proteínas. Las carne de cerdo fresca, en especial las partes magras, constituye una gran fuente de proteínas, que resultan especialmente importantes durante la etapa de crecimiento.
Algunos cortes como el lomo son bajos en grasas, con un aporte inferior al 2%, aunque por otro lado, el 70% de la grasas que contiene son subcutáneas, de modo que pueden retirarse fácilmente.
¿Cuál es la mayor ventaja de la carne de cerdo?
Nosotros tenemos clara la respuesta: que podemos disfrutarla de muy diversas maneras. Desde cortes de carne fresca como solomillos o lomos de cerdo, hasta una amplia variedad de embutidos elaborados con sus carnes magras y por supuesto embutidos en tripa natural.
Es verano, disfrutamos de más tiempo libre y por eso a veces no comemos en casa o nos llevamos algo de merienda para pasar la tarde en playa o la piscina, o para disfrutar de una excursión en la montaña. ¿Y qué es eso que nunca falta en estos días? Un riquísimo bocadillo de embutido. Desde la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca Interporc nos recuerdan las bondades de acompañar el pan con jamón cocido, jamón serrano, lomo embuchado o chorizo, y es que los bocadillos son fáciles de transportar y comer y, además, y esto es lo importante, nos aportan propiedades nutricionales.
Productos cárnicos como el salchichón, chorizo, lomo embuchado o jamón serrano tienen vitaminas pertenecientes al grupo B como la B3 y minerales como el hierro, que hace que la sensación de cansancio y fatiga que se nos apodera durante estos meses de tanto calor se atenúe. Además, la carne de cerdo de capa blanca ayuda a equilibrar y mantener en niveles normales las vitaminas y minerales que precisa nuestro organismo.
Asimismo, durante el verano estamos más expuestos al sol, lo que hace que se incremente la producción de radicales libres que dañan las células y se produce un envejecimiento prematuro de la piel. Para paliar este daño ocasionado por los rayos del sol y mantener la piel en perfectas condiciones, los embutidos que provienen del cerdo como puede ser el jamón cocido, serrano o lomo, se convierten en importante fuente de zinc que nos ayudarán en esta labor de protección y prevención.
Por otro lado, la tripa natural aguanta muy bien las altas temperaturas y consigue preservar intacto el sabor de la carne, por eso nos podremos llevar estos bocadillos de embutido allí donde nos vayamos, a pesar del calor... Mayores y pequeños pueden beneficiarse de las propiedades nutricionales de la carne de cerdo y de los embutidos que nos comemos en los bocadillos del verano. Los cortes magros de esta carne contribuyen a que los niños tengan un buen crecimiento puesto que contienen vitaminas, minerales y proteínas de alto valor biológico. Son igualmente apropiadas para la alimentación de los mayores, puesto que tienen bajos contenidos en grasa y aportan nutrientes necesarios para llevar una dieta equilibrada y saludable.
Ya hemos conocido en líneas generales los beneficios que la carne de cerdo tiene para el organismo. Hoy nos centramos en un grupo de población concreto para resumiros cómo este tipo de carne puede aportar las propiedades necesarias para su organismo. Nos estamos refiriendo a los diabéticos.
Según podemos leer a través de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca de España, Interporc, la carne magra de cerdo es un alimento con muchos beneficios ya que es fuente de proteínas de calidad, de vitaminas del grupo B y posee un mejor perfil de ácidos grasos que otro tipo de carnes, con un aporte de grasa que no supera a la de vacuno, por ejemplo.
Esta información señala que un estudio elaborado por el Pork Cooperative Research Centre arroja resultados que afirman que comer carne de cerdo magra, llevando una vida saludable con actividad física, conlleva ventajas para los pacientes de diabetes del tipo 2, ya que, entre otros aspectos, les ayuda a regular su peso y tener el aporte necesario de los nutrientes que su cuerpo precisa.
Una dieta de una persona con diabetes debe tener un contenido energético que se amolde a sus característica. Deberá saber, por tanto, qué cantidad y tipo de hidratos de carbono ha de ingerir y qué alimentos van a formar parte de su dieta diaria para que sea saludable y beneficiosa de cara a su enfermedad, siendo necesario un parte del 50% de carbohidratos del total de calorías consumidas. Serán de tipo complejo, es decir, aquellos que son asimilados lentamente por el cuerpo sin que la glucemia tenga oscilaciones bruscas. También se recomienda que coman alimentos con fibra para contribuir a la absorción de nutrientes en el aparato digestivo para evitar, una vez más, alteraciones glucémicas bruscas y hacer que el tránsito intestinal sea el adecuado.
El consumo de proteínas por parte de un diabético deberá estar sobre el 13-15% y han de ser de alto valor biológico, proteínas presentes en alimentos de origen animal como puede ser la carne magra de cerdo, entre otros. Y es que, por ejemplo, el lomo o el solomillo tienen esas proteínas de alto valor biológico que necesitan aportar a su dieta, además bajo contenido en colesterol y grasas saturadas.
Los requerimientos nutricionales están cubiertos con la carne de cerdo, también, respecto a los antioxidantes, vitaminas, fósforo, potasio y hierro, por lo tanto, un consumo de esta carne será muy beneficioso para personas con diabetes que deban cuidar especialmente su alimentación para llevar una vida saludable.