Blog Tripas Bartolomé
Recientemente os contamos las propiedades y beneficios de la carne de cerdo y hoy nos vamos a centrar en la carne de cordero, fuente de proteínas de alto valor biológico y también de hierro, con muchas propiedades nutricionales que vamos a ir conociendo a continuación. Las proteínas del cordero son aquellas consideradas de calidad buena, ya que poseen casi todos los aminoácidos que el cuerpo necesita.
La carne de cordero es rica en vitamina B6 y B12, necesaria para cuidar la salud de nuestro sistema nervioso; hierro y zinc, con efecto antioxidante, y en fósforo, muy bueno para activar nuestros músculos y también para el sistema nervioso. Asimismo, la vitamina B3 nos ayuda a estar más protegidos frente a la posible aparición del Alzheimer. Igualmente, también tiene vitamina B2 o riboflavina, que favorece la producción de glóbulos rojos y actúa sobre las defensas.
Dado su alto contenido en hierro las personas que sufran anemia tendrán en la carne de cordero un buen aliado. Sus elevados contenidos de selenio, por su parte, contribuyen a luchar contra los ataques de asma.
Es habitual encontrar cordero en las cocinas mediterráneas, es muy típico en la India y en el Magreb y también se cocina en algunos lugares de China. Es uno de los alimentos más apreciados en Argentina.
Clasificación de la carne de ovino
En función de la edad del animal, la carne de ovino se clasifica en cordero lechal, aquel con menos de un mes y medio de edad y que proporciona una carne muy jugosa y muy fina, aunque con menos nutrientes que un cordero más adulto; el ternasco, cuando tiene menos de cuatro meses, con una carne más sabrosa; el cordero, entre cuatro meses y un año, con un sabor más intenso; o el ovino mayor, con más de un año de edad y quizá menos demandado.
La grasa de los ejemplares jóvenes de cordero suele concentrarse debajo de la piel o alrededor de las vísceras, por lo que se puede quitar con facilidad y así se disminuye la ingesta de grasas saturadas, calorías y colesterol. Las personas que tengan colesterol alto o sobrepeso, no obstante, deberán moderar su consumo.
La carne de cordero es más tierna y tiene menos grasa sobre todo durante la primavera ya que las ovejas que dan de mamar a los lechales están comiendo pasto fresco y eso hace que las piezas sean de mejor calidad en esta época del año. Lo puedes cocinar al horno con hierbas aromáticas o al papillote, haciendo un guiso o estofada. Cuanto más adulto sea el animal la carne estará un poco más dura y precisará mayor tiempo de cocinado para obtener un resultado increíble. También se pueden hacer chuletas o costillas a la plancha, y es que el cordero permite un montón de posibilidades para poder prepararlo de manera que guste a todos y se pueda disfrutar de ese sabor y esa textura tan característicos.